A la hora de pesar tu paquete, prueba a utilizar una simple báscula de baño. Este utensilio te servirá incluso si dicho paquete pesa poco. Bastará con pesarte con y sin él para después restar la diferencia. Si sueles hacer este tipo de envíos, también puedes hacerlo a través de básculas personales que puedes adquirir fácilmente.
Para medir el alto x ancho de tu paquete, necesitarás una regla o un metro que tengas por casa. También es importante medirlo bien para que puedas calcular el coste del envío. Solo decirte que es mejor que redondees siempre al alza para que luego no te lleves una sorpresa inesperada. Puede suceder que el peso real del paquete difiera o que mida más y lo mejor es evitar cualquier contratiempo de última hora.
En cuanto al embalaje, es preferible comprar una caja nueva que no posea ningún desperfecto ni ninguna etiqueta anterior que pueda desorientar al profesional encargado de tu envío. Si no tienes nada similar, puedes adquirir los productos disponibles en las oficinas de Correos y a través de su tienda online. Eso sí, necesitarás saber el tamaño de tu paquete para escoger el embalaje que mejor se ajuste a esas medidas.
Recuerda que correos cuenta con unas restricciones de peso que debes tener en cuenta. El peso máximo es de 30 kg.
En cuanto a las medidas de la caja o embalaje:
• Ningún lado de la caja puede superar los 120 cm, y tanto el largo como el alto y el ancho no pueden medir más de 210 cm.
• En rollos o tubos, el largo no puede sobrepasar los 120 cm y el diámetro ser igual o inferior a 30 cm.
Si deseas enviar un paquete más grande, es posible incluir valores añadidos, aunque deberás pagar un poco más al hacer tu envío:
• Por un 35% más, el largo, alto y ancho podrán sumar 270 centímetros. Ninguna de las medidas puede exceder de los 170 cm.
De todas formas también puedes hacer uso del servicio Paquete Azul de Correos con el que enviar tus paquetes de gran tamaño al mejor precio.